Morcillas Fundo Noemiro

Recuerdo que Christian me decía:  Cuando vivía en Buenos Aires, mientras preparaba las brasas y luego se cocinaba la carne a la parrilla, comía una morcillita acompañada de un Vermouth, y luego venía la pregunta: ¿Cuándo la podremos hacer aquí en Fundo Noemiro?

Si bien era un tema que siempre conversamos con Christian de lo rica que son las morcillas en argentina y que están presentes en casi todos los asados, y que debíamos tenerla en los talleres, no le habíamos puesto el foco necesario para su lanzamiento.

En uno de mis viajes, llego a Arequipa. Llego a Tingo, saludos a los chicos de la Tienda, a unos clientes que estaban comprando, y cuando me encuentro a Christian y lo saludo, luego del:

  • ¿Qué tal como llegaste? A lo cual respondí:
  • Bien. Bárbaro. Un vuelo tranquilo. Sin problemas.

Sin mediar otro comentario, me dice:

  • El mes que viene, tenemos que lanzar las MORCILLAS TIPO ARGENTINAS. Así que necesito una buena receta artesanal.
  • Bueno, le digo. Y continúo. Vos sabes qué en casa, en las “carneadas”, se hacían morcillas, pero una vez que dejamos de “carnear” y si bien seguimos haciendo chorizos, morcillas ya no hicimos, pero como la encargada de hacer las morcillas era mi mamá (Martha) le voy a pedir la receta. Espero que se acuerde… Pero, espérame que regrese a la Argentina.
  • Ok. Me dijo. Te espero.

Luego de estar unos 20 días en Arequipa, y hacer mis viajes al campo regreso a Argentina.

Ya en casa, voy a visitar a mi mamá (Martha). Vivimos en la misma ciudad (Venado Tuerto) a 8 cuadras de distancia, con lo cual las visitas son rutinarias.

Mi madre (Martha) es una mujer de 85 años, viuda, de muy buena salud. Luego de llegar de Perú. Voy a visitarla y después de las preguntas de rigor:

  • ¿Qué tal cómo te fue?
  • ¿Cómo están Christian y los Chicos?
  • ¿Cómo está el Sr. Noemiro? Esta pregunta se debe porque en dos oportunidades (antes de la pandemia) el señor Noemiro nos visitó en Argentina, conoció a nuestra familia y mi madre lo agasajo con unas buenas milanesas de peceto.

Terminado el protocolo de preguntas y respuestas de madre a hijo, le comento que Christian me había solicitado una receta de morcilla y que yo pensé en la hacíamos en la época de las “carneadas” y que le consultaba al respecto si se acordaba.

Mi madre me miró, pensó y luego me dijo:

  • Llevaban sangre (si eso yo también lo sé, en tono de broma le contesté), pero recuerdas que otros ingredientes llevaban). Le poníamos cebollitas, carne, algo de grasa, pero no recuerdo las proporciones. Hace muchos años que dejamos de hacerlas.
  • No te preocupes. Le dije. Buscaré y practicaré una receta artesanal, y cuando esté conforme a mi gusto se la pasaré a Christian para que las fabrique en Arequipa.

Dos días más tarde, yo estaba trabajando en casa, suena el teléfono (como dice la canción) y era mi madre.

  • Hola. Tengo algo para vos. ¿Podes pasar hoy a buscarlo? Me dice.
  • Si claro. Por la tarde paso, porque ahora debo terminar unos trabajos.

 A esta altura, yo pensé que me habría preparado pan casero, que me encanta y lo hace muy rico. Porque les cuento queridos amigos, a pesar de mis 65 años, sigo siendo el hijo mayor, y según mis hermanos, sigo teniendo algunos privilegios, que debo decir, quiero seguir teniéndolos.

Cuando llego a la casa de mi madre, no había aroma de Pan Casero.  Y me dice:

  • Ese sobre es para vos. (Era un sobre bastante amarillo y se notaba que había estado guardado bastante tiempo).
  • ¿Que tiene el sobre? Consulte.
  • No sé. Lo encontré entre las cosas que eran de tu padre. Me dice.

Pensaba yo: ¿Que tendrá este sobre? La verdad me imaginé “Fotos” de muchos años atrás. Pero cuando lo abro. ¡No había fotos!

En el sobre había: ¡Recetas! Y entre todas ellas, estaba escrita a mano en una hoja de cuaderno cuadriculada “La Receta de Las “Morcillas”.

Al día siguiente, lo llamo a Christian, le cuento la historia y le paso la receta de las morcillas artesanales que hacíamos en las carneadas de la familia Leuci.

 Es una satisfacción saber que una receta familiar de tantos años, la podamos compartir con todos nuestros clientes y amigos de Fundo Noemiro.

 Esperando que sigamos disfrutando juntos de estas historias y de los productos Fundo Noemiro, les mando un fuerte abrazo.

Hasta la próxima entrega

Reinaldo

¿Tienes algún comentario o duda?

Escríbenos que queremos conocerte. Dejanos tu mensaje, pregunta o sugerencia. Intentaremos responderte lo antes posible.