El Asado Argentino, es mucho más que una simple comida o cocinar carne a las brasas.
El asado, es un símbolo de amistad.
Invitar a comer un asado es brindarle al otro todo lo que somos.
Es poner lo mejor de nosotros para compartir, disfrutar de un momento juntos, recordar viejas anécdotas y crear nuevas.
El asado puede estar hecho con leña o carbón; puede haber una tira, un vacío, unos chorizos sobre la parrilla; o tal vez otros cortes, pero más allá de ello, lo importante es que el asado se comparte con gente querida.
Es ese mimo a aquel que lo quiere bien jugoso, a punto o seco, a cada uno se lo atiende de manera personalizada.
El ritual comienza con la invitación a los comensales, sigue con la selección de los cortes, la búsqueda de la leña o el carbón, la preparación de la picada, la selección del vino y también el infaltable postre.
Al servir va con ello todo el empeño, el amor y la experiencia del asador que puso para agasajo de sus invitados.
Hay distintas formas de asar, algunos lo hacen con más fuego, otros solo usan carbón, hay quienes solo usan leña, cada uno tiene su propia técnica.
En mi caso, prefiero asar a la noche con la parrilla al aire libre, para poder apreciar la inmensidad del fuego y su contraste con la oscuridad, escuchando el repiquetear de las llamas al ir creciendo el fuego en intensidad, mientras se generan las brasas tan necesarias para la cocción.
Una copa de vino para acompañar en estas ocasiones, mientras suena una zamba, una chacarera, otras veces una canción, son espacios del tiempo que me permito disfrutar, en tanto, voy esperando a que lleguen los comensales, verificando que no falte nada, para así poder agasajar de la mejor manera a mis invitados.
Es costumbre argentina, que cuando el asador finaliza la tarea y coloca la carne asada sobre la mesa, alguno de los invitados pide ¡Un Aplauso Para el Asador!
A los argentinos nos gusta festejar. Por todo aplaudimos. Somos apasionados y nos gusta alentarnos. Por ejemplo, aplaudimos al piloto de un avión cuando aterrizamos, cuando vemos entrar por la puerta a un amigo que hace mucho tiempo no vemos, cuando algún ser querido inicia el camino de la eternidad, y también cuando alguien en una reunión cuenta un buen chiste. Por lo tanto, es lógico que pidamos “Un Aplauso Para el Asador” para quién estuvo al mando de la parrilla.
Por ello, te invitamos a participar de nuestros Talleres de Asado Argentino, disfrutar de este hermoso ritual, y ser uno más en pedir “Un Aplauso Para El Asador”
Fundo Noemiro, compartiendo momentos.
Hasta la próxima
Reinaldo